enero 31, 2022

Es fundamental mantener unos hábitos de higiene regularmente para la prevención de infecciones y enfermedades, además de favorecer un estilo de vida saludable que ayudará a potenciar el bienestar durante la etapa de la vejez.

Con la edad nuestro sistema inmunitario se va debilitado, debido al proceso propio del envejecimiento. Con una buena higiene podemos prevenir bacterias que pueden provocar enfermedades o infecciones.

Con  unos buenos hábitos de higiene diarios ayudamos a estimular la circulación sanguínea evitando la aparición de problemas dérmicos.  Con una apariencia aseada y cuidada, lograremos un impulso positivo en el estado de ánimo, fomentando la autoestima.

Higiene de la boca

Debe limpiarse la boca después de cada comida y siempre sea necesario. Cuando el enfermo es independiente, usará su propio cepillo y pasta dentífrica. Si se encuentra muy incapacitado, la familia o el cuidador llevará a cabo la limpieza del modo siguiente:

  • Limpiar la lengua moviendo la torunda de un lado a otro para no provocar náuseas. Limpiar después el paladar, el suelo y los laterales de la boca y, finalmente, las encías.
  • Si el paciente tiene prótesis dental, ésta se lava con agua, antiséptico y un cepillo.
  • Hidratar los labios con vaselina o cacao.

Higiene en los ojos

  • Se limpian con gasas estériles impregnadas en suero fisiológico, comenzando desde el lacrimal hasta el ángulo externo del ojo, retirando todas las secreciones y legañas. Se utiliza una gasa diferente para cada ojo con el fin de evitar infecciones.
  • Las personas mayores semiinsconscientes deben permanecer con los párpados cerrados. Conviene colocar además sobre ellos unas gasas emanadas en suero salino. Así se mantiene la humedad y se evita la aparición de úlceras corneales.

Higiene en los pies

Los pies de los ancianos presentan a menudo problemas debido a alteraciones circulatorias, deformidades óseas, diabetes, etc., por lo que ha de prestárseles especial atención:

  • Lavar con agua y jabón.
  • Secar con cuidado, sobre todo entre los dedos.
  • Hidratar con cremas o aceites. Aplicar vaselina en talones y durezas.
  • Cuidar las uñas sin cortar en exceso para evitar escoriaciones. No obstante, tampoco hay que dejarlas largas ya que producen dificultades para la deambulación
  • Vigilar su coloración y la aparición de lesiones cutáneas, informando al médico o a la enfermera si se detectara cualquier anomalía.

Higiene del cabello

  • Introducir tapones de algodón en los oídos.
  • Enjabonar el pelo, aclarándolo con agua abundante.
  • Secar con una toalla y, si es posible, emplear un secador de pelo.
  • Peinar o cepillar el cabello.
  • Higiene genitoanal
  • Se realizará diariamente y siempre que sea preciso.
  • Si la piel está irritada, puede ser necesario aplicar una crema protectora.

Higiene genital

  • En la mujer: colocar a la persona mayor en decúbito supino (boca arriba) con las piernas flexionadas. Limpiar con agua jabonosa y una gasa los labios mayores, menores y el meato urinario, de delante hacia atrás. Aclarar con agua. Secar cuidadosamente insistiendo en los pliegues, para que no queden húmedos.
  • En el hombre: colocar al enfermo en decúbito supino. Limpiar con agua y jabón el pene y los testículos. Retirar el prepucio y limpiar el glande con una gasa. Aclarar con agua. Bajar el prepucio, para evitar que se produzca un edema en el glande.
  • Región anal: Poner al enfermo en decúbito lateral (de lado izquierdo o derecho). Limpiar con una esponja y agua jabonosa la zona, de delante hacia atrás. Si la piel está irritada, puede ser necesario aplicar una crema protectora.